Cuando pensamos en sexo lo primero que nos viene a la cabeza es gente desnuda en una cama, genitales, excitación, penetración, orgasmos… pero la sexualidad es mucho más que eso. Es todo aquello que:
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- Nos resulta placentero.
- Nos aportan algo positivo.
- Hacemos de manera deseada.
- Hacemos de manera consentida.
Bajo esas premisas, vamos a definir como sexualidad un amplio abanico de conductas: un beso, una caricia, una mirada cómplice, una sonrisa, un abrazo…. Todas ellas son distintas formas de expresión en la sexualidad.
Además, son distintas formas de sexualidad que podemos tener con distintas personas, no exclusivamente con nuestra pareja. Por ejemplo, cuando damos un beso a nuestra madre, o le damos un abrazo a un amigo. Si te fijas son conductas que nos resultan placenteras, nos aportan algo positivo, deseamos hacerlo y las realizamos de forma consentida por ambas partes.
Desde luego, son una forma de sexualidad que nada tiene que ver con la que podemos tener con nuestra pareja cuando tenemos penetración, o cuando nos masturbamos a solas, pero sí se consideran parte de la sexualidad.
Por tanto, la sexualidad es un concepto mucho más amplio del que se usa normalmente. La sexualidad es una característica inherente a todas las personas y está con nosotros desde que nacemos hasta que nos morimos. Es decir, no es algo que adquirimos al llegar a la adolescencia de forma espontánea, ni algo a lo que se pueda renunciar. De hecho, la sexualidad se va desarrollando desde que nacemos y va evolucionando a medida que crecemos.
La sexualidad tiene que ver con cómo nos sentimos con nosotros mismos, con los demás, con cómo nos relacionamos, cómo sonreímos… Las personas somos seres sexuales, aunque no mantengamos relaciones sexuales mediante los genitales con otras personas o con nosotros mismos. Incluso aunque no besemos o abracemos a otras personas.
Por ello, cuando trabajamos en terapia con este constructo, no nos centramos únicamente en las prácticas habituales como la penetración, sino que abarcamos otras muchas que entran bajo esas cuatro premisas descritas inicialmente, que también tienen un gran impacto en la vida de las personas.