Defenderse de los ataques verbales

22 de agosto de 2024
Defenderse de los ataques verbales

En algunas ocasiones como situaciones de tráfico, si trabajamos de cara al público o en discusiones con vecinos, amigos o familiares, podemos sufrir una agresión verbal, un insulto, una amenaza, nos humillen verbalmente, estos son ataques verbales. Estos ataques son propiciados por una persona que está muy enfada, con tendencia a perder el control y con problemas en la regulación emocional. 

La persona que nos agrede verbalmente es irracional y actúa dominado por sus emociones, realizando una mala gestión, no hagas lo mismo. Realmente esa persona está sufriendo, lo que ocurre que, en vez de expresar tristeza, como podría ser llorando, lo que está expresando es ira. Esa persona siente que hemos hecho algo de forma intencionadamente que le ha causado algún tipo de daño. Imagínate que esa persona va a coger un autobús y tú eres el conductor y vas con retraso porque ha habido un atasco, el retraso del autobús hace que el pasajero llegue tarde a su trabajo y cuando sube al autobús la toma con el conductor pensando que él es el causante de que llegue tarde al trabajo. Date cuenta en este ejemplo que el pasajero es totalmente irracional y no es capaz de ver que el conductor no tiene ninguna culpa del retraso.

Los ataques verbales nos pillan desprevenidos, el efecto sorpresa agrava el ataque y hace que nos bloqueemos, o en el peor de los casos, nos pongamos a su nivel. Pueden pasar dos cosas: que no se nos ocurre nada a pesar de que se nos pasan innumerables pensamientos por la cabeza o que devolvamos el ataque. 

En el momento del ataque dejamos de fijarnos en nosotros, nos fijamos únicamente en el agresor lo que hace que consumamos toda nuestra energía. Tenemos que desviar la atención.

Primeros auxilios tras la agresión

    1. Respira hondo: realiza antes de nada 5-10 respiraciones diafragmáticas.
    2. Guarda la distancia: aléjate unos pasos, si te pilla sentado levántate.
    3. Ten sangre fría, no tienes que hacer nada, no te presiones por decir algo.
    4. Recuérdate que los ataques son simplones, vulgares y poco inteligentes.
    5. Tomate tiempo, decide si contestas o no, si lo haces lo tienes que hacerlo desde la calma.  La mayoría de los agresores quieren ver el fruto de su ataque y espera con impaciencia los frutos de su ataque.

Algunas estrategias para afrontar el ataque verbal

    • Ignorar al agresor: cualquier comentario insolente o insultante tiene como objetivo la provocación.
    • No te lo tomes como algo personal: seguramente cualquier persona que estuviera en tu lugar recibiría el mismo ataque. Hay que tener en cuenta que el agresor no está bien consigo mismo, arrastra enfado, decepción y/o frustración. Habla sin reflexionar y suelta lo primero que le viene  a la cabeza.
    • Si decides contestar, hazlo mínimamente: ¿Vaya!, Ya veo, Ostras, Qué pena, No me digas, Aah.
    • Cede: el agresor está convencido de que tiene la razón, por lo tanto lucha y va a luchar por tener la razón, por lo que te enfrentas a una batalla perdida. Piensa que puede ser que tenga razón, aunque la forma no es la adecuada.

Si aun así, tras haber aplicado algunas de estas pautas, consideras que sigues teniendo dificultades, o si eres una persona que tiende tendencia a perder el control en PERELLÓ PSICÓLOGOS disponemos de profesionales que pueden ayudarte.  

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